Resultados
Aprendimos que la naturalización de roles en el manejo es tan alta que no se cuestiona, se asume y se escapa en nuestra forma de pensar y hacer, por eso es una barrera difícil de superar. Nos preguntamos: ¿existe una apropiación del rol de conducción? Nos encontramos que, sobre todo en las mujeres más grandes, prima la idea de que no es un lugar natural para ellas.
Desde el lugar de la comunicación, detectamos una deuda pendiente de parte de las marcas de salir de los estereotipos para encontrarse con la realidad: ser sus propias referentes. Para esto, es importante acompañarlas en apropiarse de un lugar simbólico que va más allá del conocimiento técnico o mecánico.
¿Cómo? Un camino fértil es hacer foco en el disfrute y en la sensación de libertad, como beneficios personales asociados al manejo, que acercan a la mujer a un nuevo rol no solo como conductora sino como actor social.
Los derechos sobre el estudio “Conductoras” son de Chevrolet Argentina. Usado con permiso.